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MARZO 2020
Descubrimos en la provincia de Málaga un destino rural que abraza un litoral con más de trescientos días de sol por año, un interior con ciertos de los pueblos con más encanto de España y múltiples rincones naturales que valen la pena ser recorridos. Podrían ser consideradas joyas del turismo alternativo.
La serranía de Ronda es un sitio espléndido para el turismo rural, en tanto que en ella podemos hallar ciertos pueblos de los más bonitos de España y entornos naturales espléndidos como la Sierra Bermeja, la Sierra Crestellina o bien el parque natural de la Sierra de las Nieves. Es una maravilla caminar por sus callejuelas y hallar la alcazaba, con la Mezquita Mayor de Ronda (siglo XIII) y los baños árabes sobre un viejo templo romano; los restos de murallas y puertas, como la de Almocábar (siglo XIII) o bien la de la Exijara, que daba acceso a la judería; o bien los 3 puentes, el Árabe (siglo XIV), el Viejo (con un solo arco de diez metros de diámetro) y el Nuevo (siglo XVIII), asentado sobre un acantilado.
Para los que prefieren un turismo de sol y playa, la Costa del Sol, ofrece más de ciento cincuenta kilómetros de litoral y trescientos veinticinco días de sol por año.
ESCAPADAS POR MALAGA: enoturismo en Ronda –
La Ruta del Vino de Ronda es una de las 27 que están certificadas en España.. Tiene cada año más de 39.000 visitantes. El enoturismo sigue tomando impulso en la Serranía de Ronda. La viticultura es reciente en la comarca rondeña, contando ya con más de cien referencias. En parte importante de los locales de la región ya se puede copear los vinos rondeños. Consolidados su vinos, las visitas a las bodegas siguen creciendo.
Otro de los puntos que hace resaltar a la oferta del enoturismo rondeño es que representa un número de visitantes alto de origen extranjero. De los 12.660 turistas que fueron a una bodega rondeña eran nacionales, mientras que la cifra de extranjeros alcanzó los 26.026. Aunque es una región de producción muy pequeña, que solamente tiene 300 hectáreas de viñedos, se viene a “ratificar” el “buen trabajo”. A pesar de que los costos varían, por 25 euros por persona se puede contratar una visita.
El coste medio para conocer alguna de las bodegas rondeñas está en los 20,25 euros. El enoturismo también se está convirtiendo en una manera de anunciar los vinos rondeños entre potenciales clientes y una vía de ventas para las bodegas. Muchas de las bodegas tienen un sistema de envío directo a casa, por lo cual, el turista no posee la necesidad de ir cargando con las cajas. De esta forma los bodegueros han logrado diversificar su oferta y el área turístico rondeño suma una oferta más.
