Marc Chagall se hizo como artista en San Petersburgo y floreció en París, pero nunca perdió la conexión con Vitebsk, su ciudad natal, ni con el pequeño mundo de la comunidad judía en que creció. Allí volvió, al estallar la I Guerra Mundial, para casarse, y allí permaneció durante la revolución.
Esta exposición nos trae una excepcional muestra de su trabajo durante los años parisinos y los posteriores de retorno en Bielorrusia, poniendo su obra en relación con la de otros grandes artistas judíos como Robert Falk, Nathan Altman (cuyo extraordinario autorretrato vuelve a nuestras salas) o Vera Pestel, junto con objetos de artesanía popular que ayudarán a evocar aquel mundo que la barbarie nazi borró del mapa.
Origen: Chagall y sus contemporáneos rusos